lunes, 11 de julio de 2011

Un molino rojo pasión

Título original: Moulin Rouge
Año: 2001
Duración: 129 min.
País: Australia
Director: Baz Luhrmann
Guión: Craig Pearce & Baz Luhrmann
Música: Craig Armstrong
Fotografía: Donald McAlpine
Reparto: Nicole Kidman, Ewan McGregor, John Leguizamo, Jim Broadbent, Richard Roxburgh Productora: 20th Century Fox
Género y crítica: 2001: 2 Oscar: Mejor dirección artística, Vestuario. 8 nominaciones / Musical. Drama romántico. 2001: Globos de Oro: Mejor película: Comedia o Musical

Unos la tachan de escéptica otros de mareante pero la verdad es que cuando preguntas a la gente de a pie que películas prefieren ésta está en su lista de favoritas y es que nadie puede escapar del encanto de este musical a ritmo de videoclip.

Ambientada en el París de 1900 cuenta una historia de amor de una forma nunca vista. Ella es, Satín, la gran protagonista del Moulin Rouge, y él un bohemio escritor enamorado del amor, Christian . Una noche gracias a una serie de malos entendidos se conocen y surge el amor, ese amor incondicional que sólo ocurre en las películas y que precisamente por eso las vuelve encantadoras. Pero como no debía ser de otra forma, hay un impedimento que hace imposible ese amor, un duque se enamora de Satín. Christian le aporta amor, pero el Duque le aporta el dinero para convertirse en la verdadera actriz que sueña ser. Ningún personaje en esta historia podrá escapar de la pasión, los celos y el amor.

Hay que decir que, aunque la historia sea ficticia, el Moulin Rouge existió y aún existe. Fue inaugurado en 1889 y fue creado para el mismo ocio y divertimento que aparece en la película. A él acudían los burgueses y los artistas bohemios en busca del erotismo y sensualidad que los espectáculos representaban.

Nicole Kidman y Ewan McGregor nos hacen volar con ellos en este cielo de amor y pasión, y realmente lo hacen de una forma esplendida como sólo dos maestros de la interpretación como ellos saben hacen. Ella brilla con luz propia de principio a fin. Hay que destacar que se fracturó una rodilla y una costilla pues no quería dobles en las escenas arriesgadas. Y él no puede desplegar más encanto en sus formas, y esa sonrisa y profesionalidad. Ninguno es experto de la música pero parecen dos actores consagrados del mismísimo Brodway.



La película le vino a la cabeza a Luhrmann, el director, en un viaje que hizo por la india buscando nuevos escenarios para su próximo proyecto. De aquí que el film tenga influencias de ese país, como por ejemplo en “la obra dentro de la obra”.

La Banda Sonora es la protagonista de la historia, por supuesto, es un musical y una de mis favoritas. Es un popurrí de canciones sobradamente conocidas (entre ellas «Diamonds are a Girl’s Best Friend», «Material Girl», «Rhythm of the Night», «One More Night» o «Don’t Leave Me this Way») creado por el propio director. Gracias a esta película muchos hemos descubierto grandes temas de la historia de la música. Una mezcolanza de estilos muy bien adaptados en cada momento de la historia. Canciones románticas, picantes y divertidas que las grandes voces de los protagonistas hacen únicas.

Esta película recuerda a los sueños, porque debido a los movimientos inquietos y vertiginosos de la cámara, te hace vivir esos momentos irreales en los que todo vale. Pero por supuesto, este es uno de esos sueños que te hacen levantarte con una sonrisa.

El sabor agrio lo evoca al hacernos ver que “El espectáculo debe continuar”, la vida no se para aunque tu quieras detener el mundo. Eso sí, esto importa bien poco cuando eres protagonista de la frase:

“Lo más grande que te puede suceder es que ames y seas correspondido”.

Espero que así os sea.

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